Vega, un viaje a las alturas
No os podéis ni llegar a imaginar lo muchísimo que disfruté fotografiando a esta princesita. Y es que Vega, es un bomboncito con un encanto innegable. Es de esas peques que te la comerías (con el permiso de sus padres, claro :P). La conocí cuando era una bebé y apenas tenía fuerzas para mantenerse erguida tumbadita; y, ahora, se está convirtiendo poco a poco en una mujercita. Tuvimos una sesión fotográfica muy polifacética. Pero, sobre todo, entre muchas cosquillas, saltos, nieve y algún que otro viaje en globo, tuvimos momentos super bonitos en los que vi a Vega disfrutar y reírse muchísimo. Acabó saliendo del estudio con una sonrisa de oreja a oreja... Y no sabéis la enorme satisfacción que eso conlleva.
Para Ana y Alberto, sólo puedo tener palabras de agradecimiento por confiar siempre en mí para fotografiar a su peque. Así que... GRACIAS en mayúsculas.