El pequeño Lucas se hace mayor
El tiempo es una de las pocas cosas verdaderamente importantes que nos quedan. Pasa volando y muchas veces no nos damos ni cuenta.
Parece que fue ayer cuando Alicia me escribía ilusionada para hacerse su primer reportaje de embarazo. Ella y Alberto estaban a pocas semanas de conocer a Lucas, el príncipe que les ha cambiado la vida por completo. Estaban deseando inmortalizar sus etapa a través de mis fotografías y yo estuve encantada de participar en ello.
Desde el primer momento, supe que pasar aquel rato con ellos, sería un verdadero gustazo. Y no me equivoqué.
Al paso de las pocas semanas, nació el Rey de la casa, que ya era un rompe-corazones desde sus primeros días. ¡Era un bebé precioso y tenía unos ojazos increíbles (bueno, y los sigue teniendo, es evidente)!
Pasaron los meses y llegó la Navidad; y con ella, la familia volvió al estudio para hacerse muchas más fotos. El cambio era visible, pero había algo que no había cambiado... ¡Lucas seguía siendo un bombón!
Y todo esto en un año y pocas semanas. Uau... Se dice pronto. Pero ya ha pasado un año y el pequeño Lucas, que ya no es tan pequeño, ha cumplido su primer añito; y la verdad es que está precioso.
A nivel profesional es enriquecedor, pero a nivel personal es indescriptible. El ver crear vida desde cero y compartir momentos con una familia que crece, es uno de los mejores regalos que podrían hacerme.
Gracias Alicia y Alberto, por ser tan atentos, participar siempre en las sesiones y volver una y otra vez a confiar en mí. ¡Sois geniales!
Ah! y recordad que si venís a hacer fotos a vuestros peques, tenéis que venir bien guapetones, porque siempre, siempre, cae alguna foto en familia (si vosotros queréis, claro)! :P
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